Naranja confitada con chocolate

 


Aunque lo normal es confitar las naranjas en rodajas incluyendo pulpa y piel, yo suelo hacerlas tan solo con la piel. Es una manera de aprovecharla tras hacer mermelada, por ejemplo. Y os puedo asegurar que quedan de lujo bañadas en chocolate o rebozadas en azúcar para incluirlas en bizcochos o magdalenas.

Ingredientes:

- Naranjas

- Azúcar

- Chocolate

- Agua


Elaboración:


Limpiamos muy bien las naranjas y las pelamos intentando sacar la mayor cantidad de piel entera. Yo hago unos cortes perpendiculares, corto las puntas y la piel sale perfectamente.

Ahora hacemos unos bastones de medio centímetro aproximadamente y los introducimos en un cazo cubriéndolos con agua. Lo ponemos al fuego y dejamos que hierva unos dos o tres minutos. Escurrimos y volvemos a realizar la misma operación unas dos veces más.



 Hirviendo y escurriendo unas tres veces conseguimos que el amargor desaparezca. 

Ahora volvemos a poner la naranja en el cazo y ponemos la misma cantidad de agua que de azúcar. Dejamos que hierva unos cuatro minutos y apagamos el fuego dejando enfriar en el mismo recipiente. 

Sacamos las naranjas y ponemos a escurrir. Se puede dejar secar un día o meter en el horno a baja temperatura. Yo suelo hacerlo con paciencia y sin utilizar calor sobre una rejilla o bandeja.




Una vez escurrido, tan solo queda fundir el chocolate al baño maría e ir introduciendo la naranja. Dejamos que el chocolate seque y ya están listas para comer.








Por cierto, el almíbar que queda en el cazo ni se os ocurra tirarlo. Lo guardáis en un tarro de cristal en la nevera y queda muy bien para mojar un bizcocho, por ejemplo. O como hago yo, utilizar este sirope para echar sobre unas buenas tortitas 

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