Patatas bravas a mi manera

Patatas bravas

     Las patatas bravas son una de las tapas estrella de los bares españoles. Las hay para todos los gustos, con tomate y sin tomate, en gajos o láminas muy finas, con mayonesa o alioli en fin, como yo en esto no soy un purista las hago a mi manera y puedo aseguraros que quedan muy ricas.

Ingredientes:

• ·         ½ kg de patatas
• ·         400 gr de tomates maduros
• ·         1 cebolla mediana
• ·         1 guindilla ( al gusto)
• ·         ½ cucharada de azúcar moreno
• ·         1 cucharadita de pimentón dulce
• ·         ½ cucharadita de pimentón picante
• ·         Aceite
• ·         Pimienta
• ·         Tabasco

Elaboración:

     Podemos utilizar tomate natural que escaldaremos para pelar o un buen tomate triturado de lata (a ser posible de pera). Lo que prefieras.

  Para empezar picaremos la cebolla en brunoise, no demasiado pequeño porque terminaremos triturando la salsa. Calentamos aceite en un recipiente y la ponemos a pochar unos doce minutos con un poco de sal y algo de pimienta negra.

     Cuando veamos que está transparente y antes de echar el tomate, le ponemos una cucharadita de pimentón dulce y media de picante (esto va a gusto, prueba y decide) le damos unas vueltas y antes de que se queme le añadimos el tomate. Si hemos optado por el natural lo cortamos en trozos regulares antes de añadirlo, si es de bote ya viene triturado, da igual. Salpimentamos, ponemos una guindilla seca o dos, al gusto y le añadimos una cucharada de azúcar moreno. Todo esto lo dejaremos unos treinta minutos a fuego medio. Darle una vuelta de vez en cuando para que no se pegue el tomate e ir controlando cómo va la salsa.

    Cuando la salsa de tomate esté, rectificar de sazón y añadirle unas gotas de tabasco hasta que consigáis el punto de picante deseado.

     Mientras la salsa de tomate se termina pelaréis las patatas, las lavaréis y las cortáis en gajos regulares. A mí me gusta darles un agua una vez cortadas, dejándolas en la misma hasta el momento de freír, secándolas antes de echar a la sartén. Las ponéis en aceite caliente, no demasiado, hasta que estén blanditas. Este el momento en que le dais caña al aceite y las termináis de freír hasta que queden crujientes. Las sacáis y le ponéis sal al gusto mientras aún están calientes.

     Tan solo queda servir. A mí me gusta hacer una mayonesa al ajo (alioli fácil si quieres saber cómo lo hago yo, busca "mayonesa al ajo" en el blog) y poner una cama finita de esta salsa en el fondo, añado las patatas y le pongo la salsa brava que tenemos reservada y caliente al gusto. Además le vuelvo a echar una cucharada de la salsa de ajo otra vez.

     Disfrútalas con una cerveza bien fría y ya sabes, experimenta y adapta las salsas a tu gusto.