Mermelada de naranja

 




           Reconozco que soy más de desayunar tortitas, los que me seguís ya lo sabéis, pero de vez en cuando me gusta variar y las tostadas con mantequilla y mermelada son una de mis opciones favoritas. En esta ocasión he utilizado naranjas que suelo buscar con la piel gruesa para aprovechar y hacer unas naranjas confitadas con chocolate para chuparse los dedos. Pero de esto ya hablaremos en otra ocasión.

Ingredientes:

·         Naranjas

·         Azúcar

·         50 ml de agua (opcional)

·         Canela en rama

Elaboración:


         Como veréis no he puesto cantidades ¿por qué? Fácil. Yo suelo hacer lo suficiente para un par de tarros. Entre dos o tres naranjas grandes que una vez peladas peso para añadir la mitad de este de azúcar. Tú puedes rebajar la cantidad o subirla según tu gusto. Eso sí, cuánto más le añadas, más cuidado deberás tener pues como te pases en vez de mermelada obtendrás un engrudo difícil de comer. Y ahora… a la receta.

      Pelamos la naranja a lo vivo (sin pieles externa e interna) y sacamos los gajos con cuidado de no cortarnos dejándolos en un cazo u ollita pequeña. No olvidaros una vez separados los gajos estrujar lo que queda para aprovechar hasta la última gota de zumo. Si no tiene demasiado debemos añadir un poco de agua. Si en este momento cortamos la piel sin parte blanca en tiritas muy finas y se las añadimos puedo aseguraros que le da un toque especial al encontrarte estos trozos en la tostada.




     Ahora le toca el turno al  azúcar. Como ya te he dicho yo suelo añadirle un cincuenta por ciento de su peso directamente a la fruta en el recipiente junto con medio palo de canela en rama. Puedes utilizar un bol de cristal y dejar reposar la mezcla unas horas, incluso toda una noche en el frigorífico. Esto hará que suelte todo el líquido bien. Una vez tengamos mezclado todo en el cazo lo ponemos al fuego unos 30 minutos,  medio bajo y removiendo con cuchara de madera a ser posible, para que no se pegue el azúcar hasta  conseguir la textura adecuada. Cuando veas que la mezcla cubre la cuchara de madera que utilices para remover puedes utilizar un truquito, ten un plato en el frigorífico que sacarás para poner un poco de la mermelada en el mismo. Si haces un surco en la mezcla y se queda la marca de la cuchara, ya está. Mi consejo es que no os paséis de espesor ya que cuándo enfría, espesa. No te desanimes si no te sale a la primera. Por cierto, ojo con probar metiendo el dedo que esto quema como el mismísimo infierno.


   👉Importante. Desinfecta bien los recipientes a utilizar haciéndolos hervir junto con sus tapaderas y bien cubiertos de agua unos veinte minutos; déjalos escurrir bien antes de utilizar y tenlos preparados para rellenarlos mientras la mermelada este muy caliente. Deja un pequeño espacio sin rellenar, tápalos y dales la vuelta poniéndolos boca abajo sobre un trapo, Déjalos toda la noche así para que se haga el vacío. Esto y la cantidad de azúcar que lleva sirven como conservante natural que dentro del frigorífico te dura bastante, aunque yo reconozco que no le doy tiempo a que pueda perder facultados. Si quieres que la conserva dure más tiempo tendrás que esterilizar hirviendo los tarros tapados y rellenos. Yo, como te he dicho, obvio este paso pues no dura más de dos meses en la nevera y se conserva muy bien.



       Ya sabes, controla el azúcar a tu gusto y añádele si quieres un poco de agua de azahar aunque ya te digo que con la canela sóla queda muy rica extendida en una buena tostada con mantequilla.

 

 


 

 

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